No pienses en un elefante rosa

Elefante rosa

Seguramente ya hayas experimentado con anterioridad la sensación de no querer pensar algo y no poder dejar de hacerlo. Muchos identificamos esta situación como intrusiva, como si un pensamiento o imagen se adentrase en nuestra cabeza y no pudiésemos extraerla. Este hecho pone de manifiesto cierta falta de control sobre lo que pensamos. Tal y como indica Lakoff (2017), la clave de este efecto se encuentra en la negación, en no querer pensarlo.

Negación en la psicología económica

Autores como Daniel Kahneman (2012) han expuesto que la dificultad de procesar la negación viene determinada por nuestra forma de procesar rápido y de manera automática la información. Según este autor, el ser humano tiene dos sistemas de pensamiento bien diferenciados. Uno, denominado Sistema 1, es el responsable de ese pensamiento rápido, automático e intuitivo, mencionado con anterioridad. El otro sistema, el Sistema 2, es más lento, deliberado y analítico. Así, Kahneman explica que el Sistema 1 tiene dificultades para entender la negación porque dicho sistema funciona de manera asociativa, es decir, este sistema se basa en patrones automáticos y en respuestas inmediatas que no requieren un análisis profundo.

El Sistema 1 tiende a interpretar la información de manera directa y afirmativa, enfocándose en lo que se menciona en lugar de lo que se niega. Esto significa que, cuando se presenta una frase con negación, el Sistema 1 primero genera una representación de la idea afirmativa (por ejemplo, si escuchas «no pienses en un elefante rosa», el Sistema 1 crea automáticamente la imagen de un elefante antes de aplicar la negación). La negación no se procesa de manera natural o intuitiva. Además, dicho sistema está diseñado para operar de manera rápida y eficiente, evitando procesos complejos y utilizando la menor cantidad de recursos cognitivos posibles. La negación, sin embargo, requiere una operación más compleja. Primero se debe entender el concepto y luego invertir o suprimir esa idea, lo que añade un nivel de dificultad que el Sistema 1 no está bien equipado para manejar.

Neurofisiología de la negación

Este problema con la negación ha sido estudiado con experimentos conductuales y neurofisiológicos. Así, autores como Zuanazzi, Ripollés, Lin, Gwilliams, King, Poeppel (2024), han observado mediante estudios con Magnetoencefalografía cómo la negación mitiga, en lugar de invertir las representaciones neuronales. Es decir, como si en vez de bloquear la representación neuronal del elefante rosa ante la frase “No pienses en un elefante rosa”, simplemente generara una activación menor, si bien análoga, a la frase “Piensa en un elefante rosa”.

Aplicaciones prácticas

El hecho de que el cerebro no procese correctamente la negación y tienda a generar una representación de lo que se niega, tiene varias implicaciones en la vida real en diversos contextos, como la comunicación, la persuasión, la publicidad o la educación.

Tomando un ejemplo concreto, como es el tabaquismo, la forma en que se comunican los riesgos del tabaco y los mensajes de prevención pueden tener un impacto significativo en cómo se perciben estos mensajes y en los comportamientos asociados. En campañas de prevención contra el tabaquismo, los mensajes que usan negaciones como “No fumes” o “No caigas en el vicio del tabaco” pueden tener el efecto opuesto al deseado. Como el cerebro tiende a evocar primero la acción o concepto antes de negarlo, este tipo de mensajes pueden llevar a las personas a pensar, incluso de manera inconsciente, en fumar. Así, en lugar de disuadir a las personas de fumar, las campañas con mensajes negativos pueden mantener la idea del tabaco en la mente del público, lo que puede reforzar la tentación o curiosidad, especialmente entre adolescentes y jóvenes.

En definitiva, el impacto de la negación en nuestro pensamiento pone de manifiesto las limitaciones de nuestro procesamiento automático. Aunque parece una operación sencilla, la negación exige un esfuerzo cognitivo que desafía la naturaleza rápida y asociativa del Sistema 1. Comprender este fenómeno tiene implicaciones profundas en la forma en que nos comunicamos y en cómo estructuramos mensajes destinados a influir en el comportamiento. Ya sea en campañas de salud pública, como en la lucha contra el tabaquismo, o en otros contextos de la vida cotidiana, formular mensajes afirmativos que guíen la atención de manera constructiva puede ser una estrategia mucho más eficaz que basarse en prohibiciones o advertencias negativas.

Referencias

Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: Random House

Lakoff, G. (2017). No pienses en un elefante: Lenguaje y debate político. Bogotá: Península.

Zuanazzi A, Ripollés P, Lin WM, Gwilliams L, King JR, et al. (2024) Negation mitigates rather than inverts the neural representations of adjectives. PLOS Biology 22(5): e3002622. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002622

 

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